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miércoles, 17 de diciembre de 2014

¿Es posible erradicar la pobreza en el Ecuador en el 2017?


Marcela Velásquez (24 años) trabaja en casa. Cuida a su pequeño hijo y realiza las labores correspondientes al hogar. El salario que recibe es de cero dólares. “Es un trabajo de 24 horas y no hay descanso” cuenta, para el Banco Central del Ecuador, Marcela pertenece al 20,2% de la Población Económicamente Inactiva (PEI) según el Reporte de Pobreza, Desigualdad y Mercado Laboral. Para el Instituto Ecuatoriano de Estadística y Censos (INEC), ella está por debajo de la línea de extrema pobreza, puesto que no cuenta con un ingreso que solvente el $1,06 necesario para satisfacer los requerimientos nutricionales mínimos.

Los parámetros considerados para ubicar a una persona en la categoría de pobreza son diversos. El Índice Social Comparativo (ISC) permite evaluar el avance social. Está construido a partir de 19 indicadores sociales: escolaridad, alfabetismo, tasas de acceso a la instrucción superior, porcentaje de viviendas con agua potable, alcantarillado, electricidad, paredes apropiadas, entre otros.

Marcela desconoce que ha sido encasillada en la pobreza gracias al ISC, a pesar de que cumple con 17 de los 19 indicadores. Sin embargo, la Encuesta de condiciones de vida - Quinta Ronda (ECV) la ubica en pobreza reciente. Es decir, es pobre por ingresos pero con necesidades básicas satisfechas, a pesar de no tener una fuente de ingresos tiene acceso a educación, salud y servicios básicos.  ¿Una persona puede estar en la pobreza a pesar de que disfruta de una relativa comodidad?

La Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), menciona que los censos no tienen información directa sobre ingreso o consumo familiar, que son las variables que se utilizan para estimar la pobreza en los hogares.  Aunque la propia Senplades afirma que estos datos son posibles de conseguir a través del método de estimación de áreas pequeñas, puesto que sirve para estimar la pobreza a partir de la ECV.  

La Senplades a través del Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017 busca la erradicación de la extrema pobreza y la reducción de la actual incidencia de la pobreza en al menos el 80%. Este objetivo se conseguirá en 2030, mientras tanto Marcela permanecerá en la pobreza.



La situación de la Población Económicamente Activa

El desempleo se ha establecido  como uno de los factores más determinantes de la pobreza. La necesidad de generar condiciones adecuadas y dignas de empleo, se convierte en un reto para el gobierno quien busca ser consecuente con las necesidades económicas de la población ecuatoriana.  Relaciones laborales inapropiadas como el subempleo, se consolidan aún como un elemento definitivo en el panorama laboral y su posible desaparición es casi nula.


En el periodo 2006 – 2011 se observa que en el Ecuador el 20,1% de la PEA (Población Económicamente Activa) se encuentra en condiciones apropiadas de empleo, el 43,2% se encuentra en condiciones inapropiadas de empleo, el 31,6% en subocupación y el 4,6% en desocupación. Al hablar de condiciones apropiadas se hace referencia a las remuneraciones que permiten a una familia superar la línea de pobreza, el acceso a la seguridad social, que tienen una jornada de trabajo no mayor a las 48 horas semanales, que cuentan con estabilidad laboral  y están dentro del rango de edad adecuado para trabajar, es decir entre los 18 y 65 años. 



El trabajo infantil, una tarea pendiente

Dentro del Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017 se contempla la eliminación del trabajo infantil. La prioridad es la reducción del porcentaje de niños y niñas de cinco a catorce años que trabajan y no estudian.

En 2001 el número de niños que trabajaban en el Ecuador era de 30.133, mientras que en 2010 esta cifra disminuyó a 24.568. Esta información la proporcionó el Atlas de las Desigualdades Socioeconómicas.

La primera investigación en el país sobre este tema fue la Encuesta Nacional de Trabajo Infantil, realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). Se aplicó en noviembre de 2012 a 31.687 hogares con hijos entre cinco y 17 años en las 23 provincias del territorio continental. En esta investigación se consideraron las tareas domésticas como una forma de trabajo infantil.

Uno de los resultados que arrojó la investigación fue que el 8,65% de niños y niñas aún trabaja en el Ecuador. El Gobierno actual informó que en seis años de gestión las cifras del trabajo infantil disminuyeron del 17% al 6%.

Estos datos a primera vista favorecen al cumplimiento del objetivo del Plan Nacional para el Buen Vivir, sin embargo, según  el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), en estas investigaciones no se toma en cuenta el valor social y cultural de las familias que asumen al trabajo infantil con un valor positivo. También considera que existe trata de personas o mafias que están detrás de muchos niños para obligarlos a trabajar.

Además, en las investigaciones no se toman en cuenta factores determinantes, por ejemplo en provincias como Loja, según diario La Hora, el trabajo infantil aumenta en un 30% en los meses de agosto y septiembre debido a las vacaciones de verano y las fiestas religiosas.

Según Senplades: “Se han realizado esfuerzos para colocar la problemática del trabajo infantil en el debate de la sociedad nacional”. En fechas conmemorativas se evidencian problemas con campañas sociales. Sin embargo, no logran iniciar un gran debate público ni generar acciones que logren cambiar esta realidad.


Autores: Patricio Velásquez - Amanda Vaca - Caro Cuenca E.

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